Seguramente habrán sentido que en este momento es una mala idea 'botarle corriente' a la idea de generar ingresos creando un negocio apoyado en la virtualidad. Mi intención es que se entusiasmen con la idea de que es posible afrontar la crisis actual con ingenio y el análisis detallado de la situación.
Por ese motivo también estoy acá. Quizás antes parecía irrelevante o no le brindé la atención debida, pero es verdad que en este momento el mundo digital es la alternativa para muchos emprendedores que deben adaptar su negocio a las condiciones actuales o proponer soluciones innovadoras con su apoyo.
¿Y qué razones son esas?
La situación aceleró la incursión del comercio en línea. En efecto, como lo afirma el diario La República el e-commerce creció a tasas de 150% debido a las políticas de aislamiento. Si nos hemos visto obligados a pagar servicios en plataformas, hacer compras o pedir domicilios por medio de una aplicación, ahora serán los comportamientos más naturales. En nuestro país la penetración del e-commerce ha alcanzado hasta un 80% en sectores como deportes, retail y salud.
La competencia se adapta (como puede) a la situación. Derivado de la circunstancia anterior, empresas de todos los tamaños dieron mayor peso a los canales digitales para generar leads y ventas con total celeridad, pero además, para reforzar su presencia en sus compradores. Las pequeñas y medianas empresas que apenas lo habían contemplado ahora trabajan a marchas forzadas para encontrar en la virtualidad el valor agregado que tal vez haga la diferencia con su directa competencia. Un e-commerce sencillo pero con los requisitos mínimos para funcionar, y que efectivamente funcione, serán características que un consumidor determine a la hora de elegir entre productos de la misma categoría.
Los costos para llevar a cabo la idea han disminuido (pero hay que contemplarlos). Todavía hay personas y algunas organizaciones que consideran la incursión digital como un gasto desmesurado, por lo que demoran ese momento aliviándolo con abrir una red social o un servicio en Whatsapp, que muchas veces terminan abandonando. En ese sentido me parece clave advertir que hoy en día es tan diversa la oferta en desarrollos de productos y servicios digitales que perfectamente se adaptan a todos los bolsillos. La "gratuidad" de la presencia de marca con alguna plataforma de blog o una cuenta en Instagram no son suficientes si no se piensa un ecosistema de relaciones entre servicios digitales que no nos tienen que costar una fortuna, pero que si deseamos vernos confiables y seguros, es importante asumirlos.
Es importante ser realista: el triunfo no está a la vuelta de la esquina, pero con una adecuada visión y organización del trabajo que conlleva empezarán a destacarse más rápido de lo que piensan.
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